Estos fondos los destinan de forma flexible en aquellos lugares o programas donde la vulnerabilidad de la infancia es mayor, logrando un mayor impacto sobre la población destinataria.
Un ejemplo de campaña en la que se ha colaborado con estas donaciones es en los proyectos que UNICEF desarrolla en Sudán. Desde finales del 2014 hasta finales del 2015 la población experimentó una epidemia de sarampión sin precedentes, con 3.586 casos confirmados y 6.824 sospechosos en 72 comunidades de los 18 estados del país. Hasta esa fecha, UNICEF había alcanzado a 9,5 millones de niños a través de una campaña nacional de vacunación dirigida a niñas y niños de entre 6 y 15 meses.
Con el comienzo de la epidemia, UNICEF negoció inmediatamente el uso de 1,2 millones de dosis de vacuna como medida de choque.
A través de la división de Suministros y la Oficina de Operaciones de Emergencia de UNICEF, se gestionó la adquisición de 9,6 millones de vacunas más, que se distribuyeron a 95 zonas afectadas y en alto riesgo a través del Ministerio de Salud y otros aliados.
Como resultado, 8,5 millones de niñas y niños fueron vacunados, y otras 6 millones de vacunas fueron adquiridas para la campaña de 2016 con el apoyo de estas donaciones.
A día de hoy, en Sudán los niños siguen muriendo a causa del sarampión, una enfermedad prevenible a través de una simple vacuna. En los contextos de emergencia UNICEF redobla sus esfuerzos para llegar a los más vulnerables y lanza campañas de comunicación pueblo a pueblo para conseguir que las familias acudan para vacunar a sus hijos.
Este es un ejemplo de los logros que UNICEF consigue gracias a las aportaciones voluntarias de millones de personas en todo el mundo.